17 feb 2011

Las bases de CC.OO. se revuelven contra el Pacto Social

Desde hace un par de semanas nos están llegando noticias sobre personas afiliadas y delegados sindicales de CC.OO no están de acuerdo con la firma del Pacto Social entre CC.OO, UGT, patronal y gobierno el pasado 2 de Febrero, y así lo están manifestando.

Una estupenda y sarcástica carta al Consejo Conferederal del sindicato de Mateo González, un afiliado de CC.OO., se publicó el día 30 de enero manifestando su malestar por lo que ya se veía que iba a ser el resultado del proceso de negociación del GRAN Pacto Social.

En el diario Información se publicó el pasado 5 de febrero una reflexión titulada "El Pacto de las pensiones y la memoria de pez" de Vicent Alacaraz Mira, Secretario General del Sindicato Intercomarcal de las Comarcas del Sur de la FSC-CCOO del País Valencià, que tampoco tiene desperdicio alguno.


Finalmente, nos hemos enterado de que se ha creado un blog llamado "No en nuestro nombre" en el que se están sumando firmas a un manifiesto que rechaza de lleno el acuerdo firmado el pasado 2 de Febrero. Acaba de ser publicada en este blog una carta de Flora Martínez, Secretaria General del Sector de la Administración de Justicia de CCOO dirigida al secretario general, Ignacio fernández Toxo que reproducimos aquí directamente por haber sido publicada ayer mismo:



Acabamos de conocer, antes por los medios de comunicación que por la información interna del propio sindicato, el principio de acuerdo sobre pensiones, alcanzado entre el Gobierno, nuestro sindicato y UGT.
Antes de entrar en el fondo de los contenidos de ese principio de acuerdo del que ni siquiera, a esta fecha, conocemos el detalle de la letra pequeña a no ser por lo que ha trascendido en la televisión, la radio y lo leído en la prensa, es imprescindible expresarte nuestro profundo malestar porque las formas en las que se alcanza este principio de acuerdo están muy lejos de los principios que inspiran a nuestro sindicato: la democracia y participación, significan también información puntual al conjunto de la organización y a sus afiliados, en el antes y también en el después, para conformar la decisión final de CCOO, en una negociación tan trascendental, porque de su resultado está en juego la vida de millones de ciudadanos, máxime cuando, además, se ha producido un cambio en la estrategia que hasta el momento venía llevándose a cabo por toda la organización de CCOO tan rápido y sin capacidad de ser asumido ni por la organización ni por los propios trabajadores.
La organización no puede encontrarse de la noche a la mañana con un principio de acuerdo cuando los contenidos del mismo, que han sido aceptados por los negociadores de CCOO en el último momento, han alterado de forma sustancial, los principios que veníamos defendiendo en los centros de trabajo y en la calle desde, que el Gobierno anunció, allá por el mes de febrero de 2010, que iba a retrasar la edad de jubilación a 67 años, CCOO se opuso pública y radicalmente al retraso en la edad de jubilación y a un recorte de las futuras pensiones.
Pero lo cierto es que, al margen de las formas denunciadas, el sindicato está a punto de firmar un pacto social con el Gobierno del que sólo salen victoriosos los mercaderes del dinero y la especulación, y todos aquellos que han apostado por este recorte de las pensiones y ahora lo logran, y a los que el Gobierno sólo ha servido de forma escandalosa.
Se podrá afirmar, y así lo está haciendo los responsables en la negociación de nuestro sindicato, que hemos parado un golpe más duro aún del Gobierno que pretendía llevar a 41 años el tiempo de cotización para cobrar el 100% de la pensión a los 65 años, pero esta es una excusa insoportable para un sindicato cuya misión es defender los derechos de los trabajadores, y que había anunciado pública y reiteradamente su oposición frontal y contundente que nos llevaría a una segunda huelga general en pocos meses si el Gobierno imponía el retraso en la edad legal de jubilación a los 67 años, aunque luego se quiera vender que lo que se decía era “No a la jubilación obligatoria y generalizada a los 67 años”.
No se puede decir, si no es con rubor y vergüenza, que el acuerdo es un logro para millones de ciudadanos, porque en la inmensa mayoría de los casos se produce un retroceso en las pensiones de la población en su conjunto, se obliga a los trabajadores a cotizar 3,5 años más para lograr el 100% de la pensión si se quiere jubilar a la misma edad que en la anterior regulación, 65 años, o 2 años más, 37 de cotización, si se quiere mantener el 100% con 67 años de edad. En cualquier caso, el retraso en la edad legal de jubilación a los 67 no sería tan perjudicial si no se hubiera incrementado el número de años de cotización necesaria para obtener la pensión máxima (ni a los 65 años con 38,5 años cotizados, ni a los 67 con 37 años cotizados), ésta hubiera sido la mejor fórmula para no perjudicar a ningún colectivo, ni a los potenciales jubilados en un plazo corto-medio, ni a los futuros jubilados a más largo plazo.
El retroceso, por tanto, es evidente y es que para no perjudicar a unos, perjudicamos a la mayoría. El recorte en la cuantía final de la pensión es evidente y reconocido por CCOO públicamente. No sólo habrá que trabajar más tiempo para percibir el 100% de la pensión, sino que las pensiones serán más bajas para la inmensa mayoría de los ciudadanos al aplicar el incremento a 25 años del período de cálculo.

Desde el SAJ de CCOO consideramos que este acuerdo significa un retroceso más para los trabajadores, que en ningún caso está justificado como así veníamos defendiendo y proponiendo otras soluciones, que, sin despreciar los puntos más favorables que se consiguen, éstos no son suficientes para avalar el resto, que, pese a que el 29-S ha dado lugar a un importante desbloqueo en la negociación y para todos aquellos trabajadores que secundaron la huelga general debe ser un éxito, la firma final en este acuerdo puede empañar el trabajo y esfuerzo de los delegados y delegadas de CCOO en los centros de trabajo desde hace muchos meses y que será muy difícil, por no decir imposible, volver a recuperar.

En nombre de la Comisión Ejecutiva del Sector de la Administración de Justicia integrado en la Federación de Servicios a la Ciudadanía, te transmito mi total rechazo al principio de acuerdo alcanzado con el Gobierno por CCOO y UGT, en la forma y en el fondo, porque el sindicato va a avalar con su firma el recorte en las pensiones de millones de trabajadores, porque por la firma de CCOO hemos dado un balón de oxígeno a las políticas neoliberales que se están realizando en España y en toda Europa, porque hemos dado la razón a aquellos mercaderes que llevan tiempo manteniendo que era imprescindible la rebaja de los derechos sociales para que puedan seguir ganando pingües beneficios a costa de los más débiles, porque hemos dado un aval a los que querían ganar esta batalla para su apuesta por las pensiones privadas, porque millones de ciudadanos con la rebaja de sus pensiones se verán precipitados a suscribir un plan privado de pensiones.

Es intolerable que el sindicato haya sido incapaz de confrontar con estas políticas agresivas y haya sido en esta ocasión un instrumento al servicio del capitalismo más feroz al que hemos dado el beneplácito, como antes ya había hecho el Gobierno socialista. Y se ha puesto de manifiesto que con esta decisión no hemos buscado el bienestar de millones de trabajadores sino que hemos mirado más a nuestra incapacidad para movilizar a los trabajadores que a defender el Estado social. Este es el pacto del miedo y de la resignación.

Y la acusación a CCOO de sectores con mucho peso en la izquierda social y política de nuestro país, de que hemos cometido un gravísimo error, es, y lo decimos con profunda tristeza, exacta y ajustada, decisión de la que tendremos que arrepentirnos durante toda la vida.

Flora Martínez García
Secretaria General del Sector de la Administración de Justicia de CCOO